Artículo relacionado: Taiwán incluye a Huawei y SMIC en su lista negra de exportaciones: ¿qué significa?
- Breve recordatorio: Taiwán ha endurecido sus controles y vetado exportaciones clave a Huawei y SMIC, alineándose con la política de EE. UU. para frenar el avance chino en IA y semiconductores.
- El objetivo: cortar el acceso a tecnología de vanguardia y proteger la seguridad nacional, pero ¿es posible realmente aislar a China?
China contraataca: creatividad y logística

- La imagen viral: ingenieros chinos viajando con maletas repletas de discos duros, llevando datos a centros de datos en el sudeste asiático u Oriente Medio, donde pueden alquilar servidores con chips Nvidia avanzados y entrenar modelos de IA fuera del alcance directo de las restricciones. Varios medios se han hecho eco de esto.
- Otras estrategias:
- Sustitución de chips estadounidenses por componentes nacionales.
- Uso de intermediarios y terceros países para adquirir tecnología o servicios prohibidos.
- Fomento de una industria nacional de semiconductores, aunque todavía con limitaciones técnicas frente a TSMC, Nvidia o AMD.
¿Se pueden poner puertas al campo?
- Opinión de expertos y comentarios de usuarios: las restricciones logran ralentizar el progreso chino, encarecen los costes y dificultan el acceso, pero no logran un bloqueo total.
- El efecto “guerra de desgaste”: cada nueva restricción genera una respuesta creativa y obliga a China a buscar alternativas, acelerando su apuesta por la autosuficiencia y nuevas tecnologías propias.
- Ejemplo: la aparición de chips no binarios y nuevas arquitecturas desarrolladas en China como respuesta a la presión internacional.
Impacto en el mercado y en el consumidor
- A corto plazo: posible encarecimiento y menor variedad de productos basados en chips chinos, especialmente en Europa y España, como ya anticipamos en nuestro anterior artículo.
- A medio plazo: más segmentación del mercado global y una mayor concentración de la innovación en el bloque occidental, pero también un crecimiento del ecosistema tecnológico chino, aunque más lento y costoso.
Conclusión
- El pulso tecnológico entre China, Taiwán y Occidente está lejos de resolverse. Cada restricción abre nuevas rutas y desafíos, y los consumidores deben estar atentos a los cambios en precios, disponibilidad y capacidades de los dispositivos.
- En Microzone seguiremos analizando cómo estas tensiones afectan a tus decisiones de compra y al futuro de la tecnología.